El hecho de que vayamos a trabajar en el escritorio, no significa que tengamos que pasar todo el tiempo que pasamos allí frente al ordenador o sentados en nuestro lugar. De hecho, como hemos comentado en otras ocasiones, no tomar descansos frecuentes para desconectar unos momentos y socializar con nuestros compañeros de trabajo puede reducir seriamente nuestra productividad. Así como es esencial para algunas empresas, dedicar espacios personales en la oficina, las áreas de descanso son de vital importancia para controlar el estrés y el estado de ánimo, fomentar el espíritu de equipo y mantener la productividad de la fuerza laboral.
Desde que nació la idea de crear un sitio de coworking en Alemania en 1995, el establecimiento de este tipo de lugares de trabajo ha seguido desarrollándose y cada día son más los profesionales que se apoyan en él.
Ahora más que nunca se recomienda el trabajo por cuenta propia y muchos profesionales han seguido este consejo, estableciendo sus propios negocios. Pero, si bien trabajar desde casa puede ser beneficioso, también puede llegar a ser una tortura donde te sentirás aislado y puedes distraerte fácilmente. Los espacios de coworking se han creado con el fin de cambiar esta situación y hacerte más productivo.
En España ya hay más de 500 espacios de coworking disponibles para que los trabajadores puedan desarrollar su labor profesional. Estas oficinas compartidas son la solución para autónomos, teletrabajadores y emprendedores que no tienen oficina o la necesitan en momentos puntuales.
A medida que el coworking evoluciona, se vuelve cada vez más especializado y lleno de tecnología. En varias regiones del mundo se ven espacios que usan aplicaciones que abren las puertas, sensores que rastrean las idas y venidas de los participantes de una reunión y mucho más. Así que podemos afirmar que no hay parte del coworking en la que la tecnología no haya influido.